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Bienestar social y ¿bienestar moral?

Héctor M. Magaña

Creo que hay algo que el partido de Morena tiene asegurado: la disminución de la pobreza. Una disminución anual de 1.1 puntos porcentuales, entre el primer trimestre de 2022 y el primer trimestre de 2023, al pasar de 38.8% a 37.7%. Aunque las cifras son claras hay quienes tratan de hacer énfasis en que todo va de mal a peor. El ataque hacia el actual gobierno ya no le queda recursos inteligentes.

Este “Grito” fue una clara muestra de ello. Su penúltimo acto como presidente en funciones fue atacado por varios flancos. Uno en especial: las consignas del presidente. Creo que desde que entró en el gobierno el “moralismo” del presidente ha sido lo que más se ha ridiculizado. Aún recuerdo que cuando sacó La cartilla moral de Alfonso Reyes las palabras de “adoctrinamiento” lo acompañaron desde entonces. Hay resultados positivos en su gobierno, de eso no hay duda, pero ¿por qué insiste en la “ética”, en la “moral”? En su Grito dijo: “¡Muera la avaricia, viva el amor!”

Aunque las palabras del presidente no calen hondo en una sociedad decepcionada de sus políticos, no cabe duda de que trata de recuperar cierta imagen de unidad y cohesión en el país. Una idea que se remonta en la educación de los años cincuenta o sesenta. ¿Será posible retornar a la época donde aún se creía en la historia como identidad nacional? El tema de la Conquista, la Independencia, los personajes de la Revolución son temas que siempre obsesionaron a una generación y que, hoy por hoy, han perdido ese valor de antaño que permitieron a Diego Rivera o Frida Kahlo llevar con orgullo “lo mexicano”.

Parece claro que los logros de nuestro presidente en materia “resultados” son evidentes, pero me pregunto si su interés por retornar a ese pasado “glorificado” que tanto obsesionó a los intelectuales mexicanos no es en realidad algo contraproducente. La narrativa de la historia mexicana siempre ha sido una obsesión, pero cabe preguntarse qué hay de claro en esas narrativas.

Esta obsesión histórica no es propia de nuestro país. Tanto Polonia como Turquía  tuvieron una enorme crisis de identidad nacional que se resolvió con la historia: Polonia la encontró en sus raíces cristianas, Turquía en las poblaciones antiguas de Anatolia. El bienestar social va en mejoría, hay una clara muestra de optimismo hacia Morena, no obstante en su “bienestar moral” hay mucho que mejorar, pues pese a las intenciones de nuestro presidente, sus métodos y visiones pertenecen a la narrativa del siglo pasado. El Grito de Independencia siempre es un símbolo de la identidad mexicana, esperemos que no se pierda.